Impulsar una conservación transformadora
El mundo se encuentra en una coyuntura crítica después de décadas de esfuerzos de conservación: el camino en el que nos encontramos aún es insostenible. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y las crisis sanitarias mundiales se ven agravados por una creciente inestabilidad política y socioeconómica mundial.
Si no actuamos, tendrán efectos devastadores, a menudo irreversibles, en los sistemas que sustentan la vida del planeta, sistemas de los que depende la supervivencia de la humanidad. La comunidad conservacionista ya no puede depender únicamente de enfoques convencionales: se necesita urgentemente una acción inmediata en todos los sectores de la sociedad.
Cuando solo quedan cinco años hasta la fecha límite de 2030 para el Acuerdo de París, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Marco Mundial de Biodiversidad, el Congreso de la UICN de 2025 en Abu Dhabi surge como una oportunidad fundamental para elevar la ambición, acelerar la acción y ampliar las soluciones colaborativas que aborden las necesidades tanto de la naturaleza como de las personas, garantizando que los esfuerzos de sostenibilidad sean equitativos y justos.
El Congreso de la UICN 2025 abordará cinco temas críticos, cada uno de los cuales impulsará el cambio audaz y transformador necesario para garantizar un futuro sostenible tanto para la naturaleza como para la humanidad:
Intensificar una acción de conservación resiliente
En un mundo que se enfrenta a cambios rápidos, los esfuerzos de conservación deben aumentar para adecuarse a los crecientes desafíos. Lograr una conservación significativa y a gran escala de la biodiversidad requiere un verdadero cambio radical. Debemos acelerar y ampliar la implementación del marco mundial para la biodiversidad, centrándonos en soluciones climaticamente resilientes en todos los niveles: local, nacional y global. Al combinar los últimos avances científicos con el conocimiento tradicional, empoderar a las comunidades y fomentar nuevos modelos de liderazgo, podemos dar forma a la transformación de los flujos financieros, la gobernanza y la acción sobre el terreno para mantener la biodiversidad frente al cambio climático y otras amenazas.
Reducir los riesgos de rebasamiento climático
Para preservar la vida en la Tierra, debemos tomar medidas audaces para cambiar nuestra trayectoria climática, centrándonos en unas estrategias agresivas de mitigación de las emisiones y de adaptación a largo plazo. Las soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación y la restauración de humedales, son clave, pero pueden perder eficiencia a medida que aumentan los impactos climáticos. Necesitamos un enfoque diversificado, que incluya soluciones innovadoras, al tiempo que prioricemos la biodiversidad y las comunidades vulnerables. Mediante la integración de tecnologías avanzadas, la transformación de la educación y el uso de estrategias de gestión adaptativa, podemos responder a la crisis climática con agilidad, creando así un futuro sostenible y resiliente para todos.
Conseguir la equidad
Lograr una conservación y una justicia ambiental verdaderas significa poner las voces de los pueblos indígenas, las mujeres, los jóvenes, la sociedad civil y los guardaparques en el centro de la acción. Sin embargo, los esfuerzos de conservación deben ir más allá de escuchar para remodelar activamente la gobernanza y las leyes para garantizar derechos equitativos y abordar los desequilibrios de poder en la gestión de los recursos naturales. Reconstruir el capital natural para las generaciones futuras requiere que la equidad se convierta en uno de los fundamentos de la conservación. Al incorporar la equidad y el estado de derecho en nuestro enfoque, podemos salvaguardar la biodiversidad y garantizar que las comunidades prosperen.
Transición a economías y sociedades positivas para la naturaleza
Detener y revertir el declive de especies y ecosistemas sigue siendo crítico, pero no es suficiente. Debemos cambiar hacia economías positivas para la naturaleza, que no sólo reduzcan los impulsores de la pérdida de biodiversidad, sino que también conserven, restauren y regeneren activamente los ecosistemas. Los sistemas financieros deben alinearse con el valor intrínseco de la naturaleza, garantizando así resultados equitativos y medios de vida sostenibles, en particular para las comunidades vulnerables. Esta transición requiere transformar las mentalidades, las políticas y las prácticas, mientras que los gobiernos y las empresas deben medir y divulgar de manera transparente su impacto en la naturaleza. Una acción audaz y coordinada garantizará que la naturaleza y la sociedad prosperen juntas.
Innovación disruptiva y liderazgo para la conservación
Un cambio transformador puede ser impulsado en la conservación por una innovación disruptiva, al igual que los avances que hemos podido ver en la industria, la agricultura y la tecnología. La inteligencia artificial, nuevos mecanismos financieros, leyes de vanguardia y una gobernanza innovadora pueden remodelar nuestros modelos actuales. Al empoderar a las comunidades, apoyar las iniciativas dirigidas por jóvenes y transformar la educación, podemos preparar a la próxima generación de líderes. Una innovación disruptiva desafía el statu quo y abre nuevas vías para restaurar los ecosistemas, proteger la biodiversidad y desarrollar la resiliencia climática. Un liderazgo audaz e inclusivo es fundamental, y se está acabando el tiempo para el cambio radical requerido.