Los bosques de manglares son ecosistemas humedales indispensables en nuestros esfuerzos por detener la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Proporcionan un hábitat crítico para más de 1.500 especies de plantas y animales, de las cuales alrededor del 15% están amenazadas de extinción, incluidas varias especies de tiburones y aves. Sus raíces solidas actúan como barreras naturales contra las marejadas ciclónicas y los estudios sugieren, además, que los manglares y los humedales costeros retienen anualmente diez veces más carbono que los bosques tropicales maduros y almacenan hasta cinco veces más carbono que los bosques tropicales de un área equivalente.
A pesar de su importancia, los manglares están desapareciendo en todo el mundo debido a la expansión de la acuicultura, las plantaciones de palma de aceite y el cultivo de arroz, todo esto exacerbado por el cambio climático.
Uno de los temas del Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN 2025 será “la ampliación de las acciones de conservación resilientes”, haciendo hincapié en la necesidad de enfoques transformadores, escalables y resilientes al clima para la conservación. En línea con este tema, Wetlands International, un Miembro de la UICN, copatrocina una moción en el Congreso para priorizar la conservación y restauración de los humedales para abordar la doble crisis climática y de biodiversidad.
Una iniciativa notable que incorpora esta moción es Mangrove Breakthrough, que tiene como objetivo asegurar el futuro de 15 millones de hectáreas de manglares para 2030 a través de una inversión de 4 mil millones de USD.
A nivel mundial, más de 800.000 hectáreas de antiguas áreas de manglares degradadas se podrían ser restauradas. Sin embargo, muchos esfuerzos aún dependen de la tradicional siembra masiva de monocultivos, a pesar de que las investigaciones muestran que casi del 80% de los esfuerzos de siembra fracasan o dan como resultado bosques débiles y atrofiados. Una restauración exitosa debe abordar las causas subyacentes de la pérdida de manglares, eliminar los factores de estrés y promover la regeneración natural siempre que sea posible.
Por lo tanto, Wetlands International adoptó un enfoque más efectivo basado en la ciencia en sus proyectos, conocido como Community-Based Ecological Mangrove Restoration (Restauración Ecológica Comunitaria de Manglares, o CBEMR por sus siglas en inglés). Este método se centra en restablecer condiciones favorables de hidrología, química del suelo y sedimentarias, así como garantizar la conectividad con otros ecosistemas costeros. Cuando se dan estas condiciones, las semillas de manglar son transportadas naturalmente por las mareas y se asientan en los lugares correctos. Solo en casos específicos la CBEMR implica una siembra estratégica para enriquecer el proceso de regeneración natural. Se tiene un cuidado especial para evitar plantar en hábitats que no sean de manglares (como marismas). Cuando los manglares se plantan en marismas o lechos de pastos marinos, por ejemplo, destruyen y desplazan especies vitales y socavan los objetivos mismos de la conservación.
Es importante destacar que la CBEMR coloca a las comunidades locales en el centro de la restauración para que ellas puedan administrar los manglares. Al involucrarlas desde el principio, garantizar sus derechos al uso de las tierras y crear medios de vida sostenibles, los esfuerzos de restauración se vuelven más inclusivos, equitativos y efectivos. Si bien la regeneración natural puede llevar más tiempo que la siembra, los manglares resultantes son más productivos y diversos, proporcionan una mayor protección costera, mejores hábitats para peces y crustáceos y brindan beneficios a largo playo para el clima y la biodiversidad.
Para más información sobre este método, puede ver una serie de videos animados de cuatro partes disponibles en cinco idiomas.
Wetlands International está promoviendo e implementando activamente la CBEMR en Guinea-Bissau, Kenia, Filipinas e Indonesia, demostrando así su éxito y escalabilidad para otros países. Aquí, y en otros países, trabajamos en estrecha colaboración con socios de la Global Mangrove Alliance (Alianza Mundial para los Manglares) para ampliar nuestro alcance y fomentar los intercambios de conocimientos y experiencias.
Tecnologías innovadoras, como la teledetección y las plataformas geoespaciales como Global Mangrove Watch también desempeñan un papel crucial en el monitoreo y la gestión. Estas herramientas permiten a los responsables de la formulación de políticas y a los conservacionistas realizar un seguimiento de las tendencias de deforestación, identificar áreas prioritarias para la conservación y restauración, y medir el éxito a largo plazo de las intervenciones.
Lograr los objetivos mundiales en materia de clima y biodiversidad requiere un enfoque multifacético que combine una ciencia de vanguardia, conocimiento tradicional, empoderamiento de las comunidades y la innovación digital. Al invertir en soluciones comprobadas como la CBEMR, podemos garantizar la resiliencia de los ecosistemas de manglares y el bienestar de los millones de personas que dependen de ellos.