A principios de este mes, en el Día Internacional de la Mujer, reconocimos el poder de la conservación liderada por mujeres, la sabiduría intergeneracional y la resiliencia de las organizaciones locales que trabajan incansablemente para proteger nuestro planeta. Hoy, seguimos celebrando y destacando sus vitales contribuciones.
En el corazón de este movimiento se encuentra una historia profundamente arraigada en la familia, la pasión y el propósito, que abarca tres generaciones de mujeres dedicadas a salvaguardar la naturaleza y empoderar a las comunidades.
Fundada por mí misma, Sara Inés Lara, Women for Conservation (Mujeres para la naturaleza) ha pasado de ser una iniciativa local a un movimiento global dedicado a empoderar a las mujeres en materia de conservación. Como Miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Women for Conservation participa activamente en foros ambientales clave, como el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN y las reuniones del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).
La influencia de una madre, la visión de una hija

Para mi hija, Isabella Cortés Lara, y para mí, conservar es más que una profesión, es una forma de vida, transmitida de madre a hija como una tradición ancestral. Es una filosofía entretejida en nuestro trabajo diario, donde la ciencia se encuentra con el arte y donde el liderazgo es guiado por las manos cariñosas de las mujeres.
Después de haber trabajado en el sector de la conservación durante más de 25 años, he sido testigo de primera mano de los desafíos a los que se enfrentan las mujeres en este campo. Dirigir una organización desde la perspectiva de una mujer suele ser más complejo, con fondos limitados, barreras sistémicas y el trabajo emocional adicional que conlleva el trabajo comunitario. Pero también es muy gratificante, porque cuando las mujeres lideran, los esfuerzos de conservación se vuelven más inclusivos, sostenibles y arraigados en el impacto a largo plazo.
Isabella ha tomado este legado y lo ha expandido a nuevas dimensiones, incorporando el arte, la música y la narración en los esfuerzos de conservación. A través de Women for Conservation, ha construido una red global de organizaciones ambientales lideradas por mujeres, que reúne a más de 25 instituciones para amplificar sus voces y compartir recursos. Al asociarse con el Fondo Príncipe Bernhard para la Naturaleza y sus círculos de Conservation Connect, ha establecido una red internacional donde las mujeres líderes locales pueden acceder a fondos, tutoría y visibilidad.
Construyendo un Círculo Global: Women for Conservation y la Lista Roja de la UICN
En noviembre de 2024, lanzamos el Círculo Women for Conservation como parte de la iniciativa Conservation Connect. Este círculo se centra en las organizaciones que abordan el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la conservación de especies, muchas de las cuales trabajan en algunas de las regiones más vulnerables del mundo. Conservation Connect (CC) es una plataforma en línea que conecta a los donantes con los que conservan la naturaleza, fomenta las redes y mejora la visibilidad de las organizaciones. Proporciona a los gestores de subvenciones herramientas para trabajar de manera más eficiente, acelerar los procesos y maximizar el impacto de sus subvenciones. Además, apoya a proyectos locales de conservación aumentando su visibilidad, credibilidad, redes y acceso a la financiación.
Women for Conservation establece sitios de proyectos en áreas donde la biodiversidad es más vulnerable, priorizando las regiones identificadas a través de la Lista Roja de la UICN. Al alinear nuestros esfuerzos con esta base de datos reconocida a nivel mundial, nos aseguramos de que nuestras iniciativas de conservación se centren en las especies y hábitats de mayor riesgo. Nuestros sitios de proyectos sirven como puntos focales para una conservación impulsada por las comunidades, donde las mujeres locales se empoderan como guardianes de sus ecosistemas. A través de la restauración de hábitats, programas de medios de vida sostenibles y la divulgación educativa, integramos datos científicos y acciones locales para proteger las especies en peligro crítico.
Nuestro enfoque es simple: identificamos socios locales fuertes y les brindamos oportunidades para solicitar financiamiento, tutoría y reconocimiento global. A través de un proceso por invitación, las organizaciones seleccionadas reciben pequeñas subvenciones que pueden tener un profundo impacto en su trabajo. Por ejemplo, Roseline de Fridays for Future en Sierra Leone obtuvo recientemente una subvención de 10.000 euros que le permitió ampliar los esfuerzos de conservación en su comunidad.
Más allá de la financiación, nuestras reuniones mensuales proporcionan un espacio donde las mujeres líderes de África Occidental, Madagascar, Nepal, América Latina y más allá pueden compartir desafíos, intercambiar soluciones y encontrar fuerza en la solidaridad. No sólo estamos financiando proyectos, sino que estamos construyendo un movimiento. Al fomentar la colaboración entre las organizaciones y alinear nuestras prioridades con la Lista Roja de la UICN, maximizamos la efectividad de los esfuerzos de conservación en todo el mundo, asegurando que tanto las personas como el planeta prosperen juntos.
¿Por qué las mujeres? ¿Por qué ahora?
Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la conservación, particularmente en las comunidades indígenas y rurales, donde a menudo son las principales administradoras de los recursos naturales. Sin embargo, siguen estando subrepresentadas en puestos de liderazgo y se les pasa por alto en las oportunidades de financiación. Por eso nuestro trabajo es tan urgente. Cuando las mujeres lideran, la conservación tiene éxito, no sólo porque aportan perspectivas y conocimientos únicos, sino porque anclan los esfuerzos ambientales en el bienestar de las familias y las generaciones futuras.
El embarazo, la maternidad y la sabiduría intergeneracional son fundamentales para este trabajo. Así como mi madre me inspiró, y yo inspiré a Isabella, vemos este ciclo repetido en las comunidades que apoyamos. Las mujeres transmiten el conocimiento ecológico tradicional a sus hijas, asegurando que conservar no sea sólo una intervención a corto plazo, sino un compromiso de por vida.
El arte como herramienta para conservar

Nos preparamos para el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN 2025, donde esperamos presentar una exposición de arte dinámica que muestre el poder transformador de la creatividad y la educación para conservar la biodiversidad. Esta exposición interactiva se centrará en el redescubrimiento de la rana arborícola colombiana (Hyloscirtus lynchi), en peligro crítico de extinción, la especie principal para la que se diseñó la Rana Chiva. Incluida en la Lista Roja de la UICN, esta especie desapareció durante más de 36 años y se ha convertido en un símbolo de los esfuerzos de conservación en Colombia.
La exposición también destacará el éxito del aula móvil Rana Chiva, un proyecto que ha llevado la educación ambiental a más de 35.000 niños rurales en algunas de las comunidades más remotas de Colombia, haciendo que la educación ambiental sea accesible, atractiva e inspiradora.
Isabella Cortés Lara, conocida artísticamente como ISAVIBE, se desempeñó como directora creativa de la innovadora iniciativa de educación ambiental de la Fundación ProAves: el aula móvil Rana Chiva. Este proyecto utiliza un autobús tradicional colombiano, o “chiva”, que Isabella transformó con su obra de arte en un vibrante entorno tropical móvil diseñado para involucrar a las comunidades en los esfuerzos de conservación.
Bajo el liderazgo de Isabella, la Rana Chiva ofrece actividades interactivas, juegos y talleres destinados a fomentar el amor por la naturaleza y promover la protección de la biodiversidad entre niños y adultos. La iniciativa educa a las personas sobre la conservación de las especies de una manera informativa e inmersiva: un “Autobús Escolar Mágico” de la vida real para el medio ambiente.
Más allá de su trabajo con la Rana Chiva, Isabella también ha compuesto el himno ecologista “Agüita de Páramo”. Esta canción y vídeo musical dan vida a los trinos de la rana arborícola colombiana, entrelazando mensajes ambientales con sonidos ancestrales para crear conciencia y fomentar conexiones emocionales profundas con la naturaleza. La fusión de arte, música y educación ambiental de Isabella ejemplifica cómo la creatividad puede hacer que los esfuerzos de conservación sean más accesibles, fáciles de identificar y memorables, inspirando a las comunidades a participar activamente en la protección de su patrimonio natural.
Para una visión general visual de la iniciativa Rana Chiva, puede ver el siguiente documental: Conservation Impact in Colombia.
Un llamado a la acción: cambiar la cultura de la conservación
Conservar es proteger la vida en beneficio de la sociedad y del mundo en su conjunto. Sin embargo, como muchos otros sectores, el campo de la conservación no es inmune a desafíos sistémicos. La competencia por la financiación, la falta de visibilidad y la distribución desigual de los recursos siguen estando muy presentes.
Las grandes organizaciones con presupuestos de marketing sustanciales y equipos de comunicación dedicados dominan el panorama de la financiación, mientras que iniciativas más pequeñas y locales, a menudo dirigidas por mujeres en el campo, tienen dificultades para ser vistas. Esto no se debe a que carezcan de impacto, sino a que carecen de las herramientas para visibilizar su trabajo. Este desequilibrio sistémico mantiene a los jugadores más grandes en una posición dominante, mientras que los que están en el terreno, haciendo cambios directos, luchan por mantenerse a sí mismos.
Pero no tiene que ser así. Conservar no debería ser una competencia. Si una organización recibe financiación, no disminuye las oportunidades para otra. El éxito no es un recurso limitado: las bendiciones están destinadas a ser compartidas. Debemos cambiar la cultura de la conservación de la escasez a la abundancia, del aislamiento a la interconexión.
A medida que el cambio climático y las crisis mundiales se intensifiquen, la competencia por los recursos solo se hará más feroz. Es por eso que debemos repensar cómo operamos como comunidad de la conservación. ¿Cómo podemos ayudar a las organizaciones más pequeñas? ¿Cómo podemos garantizar que quienes trabajan directamente con la naturaleza, especialmente las mujeres, tengan acceso al apoyo que necesitan? El futuro de la conservación depende de la colaboración, no de la rivalidad.
Plantemos la semilla del cambio hoy: una nueva forma de pensar donde el éxito se mide no por lo mucho que una organización puede lograr sola, sino por lo fuerte que podemos crecer juntos.
Por las madres, hijas y nietas que siguen liderando el camino.
¡Con ustedes en la conservación!
— Sara e Isabella

Créditos fotográficos - Women For Conservation