Olivia QingYang CHENG

Me llamo Olivia Cheng. Tengo 16 años y soy de Canadá. Me siento sumamente agradecida y empoderada de poder acercar los esfuerzos de conservación a la juventud y de invitar a los jóvenes a participar en el espacio de la conservación. Esta causa es muy importante para mí porque el poder de la conservación ha transformado el bienestar de mi barrio. Lo que antes era un arroyo maloliente, lleno de latas, se ha convertido, gracias a la ciencia y al cariño, en un sendero biodiverso que reúne a los miembros de la comunidad y a los animales en los paseos vespertinos. Este cambio ocurrió durante la pandemia. Una vez terminados los confinamientos, ofreció a la gente un lugar para superar los sentimientos de aislamiento y volver a conectarse con la naturaleza. Para mí, la conservación de la biodiversidad tiene un profundo significado, porque no solo restauró el hábitat, sino que también ayudó a sanar los corazones de mi comunidad. En el Congreso Mundial de la Naturaleza, espero compartir y aprender de las historias de conservación de otras personas, apoyar diversas iniciativas y alzar la voz sobre el poder de la participación juvenil. Junto a mi trabajo en conservación, utilizo el arte visual para generar diálogo sobre las relaciones humanas y el cambio social. Me encantaría colaborar con distintas organizaciones, aportando mis obras artísticas para apoyar y amplificar sus misiones.